XXVEDIT MALLORCA

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dilluns, 31 de març del 2014

MONTAJE SOBRE EL "PI DE FORMENTOR" CON TODOS LOS NIÑOS DEL COLEGIO

Se cumplen 160 años del nacimiento de Miquel Costa i Llobera, creador del poema que ha inspirado nuestro logotipo, El pi de Formentor, elegido porque es un elogio al paisaje mallorquín al tiempo que nos anima  a la lucha constante, a no dejarnos vencer por las adversidades e, incluso, en una lectura más espiritual, a prescindir de lo material para fijarnos en lo trascendente.



El mar Mediterráneo, con todas sus innumerables tonalidades, del blanco casi transparente al azul más intenso, pasando por los turquesas y toda la gama de verdes,  rodea nuestra hermosa isla. Unas veces en calma, otras enfurecida, la mar conforma nuestro horizonte.



Y el azul intenso del mar se difumina con el azul del cielo, sobre el que resplandece el sol, que es fuente de vida. Sus rayos llenan el paisaje mallorquín de luz e intensifican y matizan sus colores. También las nubes se alzan y, conducidas por el viento, juegan a dibujar ilusiones de diferentes formas y tonalidades.



El protagonista de nuestro paisaje es un pino, el pino de Formentor, un árbol poderoso, verde, anciano... Sus hojas eternas se mueven al son del viento. Conformando una espesa cabellera que cuanto más duras son las inclemencias del tiempo que lo azotan más muestran su poder y su fuerza para exhalar su aroma tan característico.


Este árbol, símbolo de genialidad y espiritualidad, no está enraizado en la tierra, sino entre las duras rocas que forman los abruptos acantilados de la costa mallorquina, Pareciera que nuestro árbol no se alimentara de las sustancias de la tierra, sino del mismo cielo al que dirige su mirada.

Como un valiente guerrero que defiende la Isla desde la costa, el pino lucha sin tregua contra las duras adversidades; el viento, la lluvia, la tempestad... erosionan las rocas hasta convertirlas en la inocente, suave y blanca arena que se deposita en las playas y calas de la Isla.
                                      
Las ramas del pino sostienen su copa y dirigen su mirada al cielo, de donde él recibe la vida y su alimento. Porque la razón de ser del pino de Formentor es la lucha constante y el hecho de prescindir de la tierra impura para vivir de lo divino.

Sus fuertes raíces lo anclan a la tierra, a la dura roca que conforma el paisaje de la Serra de Tramuntana. Pero su mirada se dirige al cielo y a toda la inmensidad del paisaje que lo rodea.

Y entre las raíces y la copa, un tronco robusto, que refleja los años pasados siendo testimonio de nuestra historia; un tronco retorcido que refleja su esfuerzo constante por vencer las adversidades.

Este es el lema de de nuestro árbol de Formentor:

"Lluitar constant i vèncer, regnar sobre l'altura
i alimentar-se i viure del cel i de llum pura"

     "Lucha constante y coraje, reinar sobre la altura
      y alimentarse y vivir del cielo y de luz pura"

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